Viaje por Colonia, Rotterdam y Bruselas

FOTOS COLONIA, ROTTERDAM Y BRUSELAS

Esta es mi primera aportación al blog, de modo que aún estoy aprendiendo con esto de subir cosas. Arriba añado un álbum de fotos con el último viaje realizado en estas Navidades con un fiel acompañante y buen viajero, Marcos Pascual. Todo esto surge en horario de universidad, entre clase y clase, intentando desconectar de alguna manera de nuestra rutina con pensamientos más allá de nuestros estudios. Es por ello que surge la idea de un viaje por Europa, pero ¿por dónde? Es aquí donde interviene el factor dinero, por lo que hay que buscar vuelos a destinos baratos… y como a ambos nos molaba la idea de ir a Alemania y era barato (Marcos está aprendiendo Alemán) pues decidimos tomar como primera parada de nuestra aventura en la ciudad de Colonia.

  • Colonia, 27/12/10
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Ésta es la 4º ciudad más grande de Alemania, situada en estado Renania del norte-Westfalia, y a unos 30km de Düsseldorlf, capital de dicho estado.

El primer día no empezó con buen pie teniendo un ligero retraso en nuestro vuelo, lo que nos hizo perder el autobús que nos llevaba hasta Colonia, ya que como la mayoría de los vuelos low-cost, éstos suelen llegar a aeropuertos situados prácticamente en la nada. Así que estuvimos 2 o 3 horas esperando al autobús de las 23.00 que tardaría unas 2 horas en llegar a nuestro destino. Tuvimos suerte porque a esas horas y con el frío que hacía (días anteriores había habido una ola de frío y nieve, por lo que estaba todo absolutamente blanco) el albergue estaba bastante cerca y llegamos sin problemas. Una vez allí nos acostamos tan pronto como pudimos y aprovechamos la mañana siguiente para ver la catedral y los alrededores.DSC_0070 Recuerdo que estábamos cansados, no era para menos ya que me tocó a un irlandés (el cual se dirigía hasta Siberia con su hija, y el cual roncaba como un bestia). Es por tanto por lo que buscamos un sitio 'donde descansar animados por un cartel que ponía: glubwein 1.9€, esto es, vino caliente con naranja, canela y azúcar. Y vaya moña pillamos, recuerdo que al levantarme de la silla íbamos como templarios, y es que ese tipo de bebidas suele tomarse en la calle, que como hace mucha rasca te aplaca el colocón. Y lo comprobamos, porque a continuación nos hicimos adictos a este tipo de bebida que luego nos dimos cuenta que la tomaban en todos nuestros destinos.  Por la noche, salimos con unos Holandeses de 17 años que bien parecíanDSC_0061 tener 20, estuvimos de cervezas y lo pasamos bien pero todo fue muy tranquilo ya que no encontrábamos ningún garito con ambiente (salvo uno de gays que entramos por error, eso si que era un garito de ambiente jejej). Al día siguiente continuamos pateando la ciudad esta vez por la orilla del Rhin, es increíble el caudal que llevan estos ríos, inimaginable en España, comimos una wurst con patatas en la puerta del museo de chocolate, cuyo baño nos sirvió para llevar nuestra botella de agua y hacer aguas menores. Seguimos nuestra andanza por toda la ciudad hasta que, cansados, volvemos al albergue, donde nos propusimos a hacernos la cena en las cocinas habilitadas para ello, pero a decir verdad, yo creo que ni Ferrán Adriá tiene tantos utensilios para cocinar, era increíble. Además, eso de que la cocina Española es la ostia ese día no se demostró mucho. Nosotros con nuestro sobre de pasta y un  fuet y los chinos y demás guiris preparando unos platos increíbles…CSC_0082 Lo mejor fue que les gustamos a unas guiris de al lado, (más que nada porque hablaban sobre nosotros en inglés y se pensarían que no entendíamos), pero en definitiva nos preguntaron si queríamos una botella de vino asqueroso y unos espaguettis que se le habían pegado, por supuesto a caballo regalado no le mires el diente, aceptamos y nos ahorramos hacer nuestro sobre de pasta. Luego nos cruzamos con unos alemanes que habían llegado nuevos a nuestra habitación, los cuales nos invitaron a salir con ellos, y nosotros que no estábamos muy motivados, ya que salíamos al día siguiente a las 6.45 am aceptamos por aprovechar nuestro último día en Alemania.DSC_0050 Y mereció la pena con creces, ya que al sitio al que fuimos que no recuerdo como se llamaba, ponían una música Rock internacional realmente buena, lo pasamos genial con aquellos alemanes, eran como españoles sin duda en cuanto a la forma de ser, aparte de que parecían buenos tipos, (los Holandeses también vinieron, aunque estaban entretenidos en otras labores), nos hinchamos de cerveza a 1€, lo cual era genial, Alemania no es caro para muchas cosas!!! Volvímos tarde, tanto que llegamos justísimos al tren, por supuesto sin dormir ni un poco…

  • Rotterdam 30/12/2010
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La verdad que nuestra llegada a Holanda no fue muy grata del todo, ya que tomamos el tren bien temprano, sin dormir, y con el añadido de que, por algún motivo, nos bajaron en una estación al aire libre, con un frío del carajo y una niebla que no dejaba ver más allá de 10m, así estuvimos media hora!! En este viaje nos acompañaban los Holandeses, que de casualidad tomaban el mismo tren que nosotros, solo que ellos se bajarían en su ciudad natal, Gouda. Nos comentaban que no era habitual, así que tuvimos mala suerte. Tomamos un tren muy viejo que nos dejó en la ciudad de Utrech en donde se firmaron los  tratados con dicho nombre, allí tomamos el 3º tren que nos dejaría en Rotterdam.

DSC_0199 Una vez en nuestra segunda ciudad de visita, nos disponemos a alquilar unas bicis, algo muy holandés, lo que nos permitirá visitar con gran celeridad sus largas calles. Pecamos de turistas, porque nada más montarnos en las bicis nos metimos a toda ostia por la acera y nos paró la policía con cara de muy pocos amigos, le respondemos en inglés que lo sentimos y que no sabíamos nada, a lo que nos dejan marchar sin más… Fuimos al albergue, dejamos las cosas y nos marchamos sin más a ver la ciudad.

Rotterdam es la ciudad más moderna de Holanda que fue reconstruida totalmente tras los bombardeos en la 2da guerra mundial por los Alemanes. En cualquier caso, hubiéramos preferido la visita de Amsterdam, pero cuando miramos los albergues estaban todos completamente llenos y con la única posibilidad de hospedarnos en hoteles, inaccesibles para nuestro bolsillo, por lo que decidimos marchar a estaDSC_0221 ciudad de modernos edificios.

En cuanto al albergue, decir que es uno de los iconos de Rotterdam, llamados casas cúbicas. Aquí fue donde pasamos nuestro fin de año, en el salón de este albergue en el que no nos dejaban ni tomarnos unas cervezas tranquilamente pues estaba prohibido. También estaba prohibido incluso comer, pero yo creo que dábamos tanta pena con nuestros bocadillos y unos fideos que habíamos comprado en un chino que nos perdonaron. En cuanto a la música, le dije al recepcionista si podía poner algo más animado, ya que recuerdo que eso era lo más triste del mundo… Yo creo que se picó, aún así puso algo de The Strokes, Rolling Stones, etc. Terminamos de cenar, nos vestimos y salimos a la calle a celebrar la llegada del año. Es curioso pues ellos no toman uvas ni nada DSC_0249 parecido, recuerdo que los empleados de un bar tan sólo hicieron una cuenta atrás 5,4,3,2,1… y abrieron una botella de champán. Marcos y yo tan sólo nos abrazamos y nos deseamos un buen año nuevo. El reloj que teníamos delante estaba retrasado 5min, era algo raro… A continuación como vimos que la fiesta a la que íbamos no había ni cristo decidimos salir a la calle a ver que hacía la gente, y era increíble como tiraban petardos, cohetes y fuegos artificiales, y con tal descaro que hasta le tiraban petardos incluso a padres con coches de bebés, aunque parecía ser algo bastante habitual, pero como es lógico a esos padres no les hacía ni puta gracia.

Como se puede ver, estos holandeses son unos auténticos expertos pirotécnicos, y así estuvieron tirando cohetitos hasta que se les gastó la munición y se empieza la marcha en las discotecas, exactamente igual que en España, no antes de las 2 de la mañana empieza a haber fiesta en serio. Pero eso sí, ellos son muchísimo más bestias que nosotros, parece como que es su último día en la tierra… Agarran tal cebollón que no se pueden tener en pié, además, la discoteca a la que fuimos, PLAN C, (que pagamos 17.5€ sin consumición, 2.5 la cerveza, 4€ chupito) estaba totalmente llena, daban unos empujones que te cagas, y encima son grandes, así que en ese sentido yo estaba un poco agobiado, aunque lo DSC_0262 pasamos bien. Hubo un momento cumbre cuando un personaje de origen marroquí (por la cara que tenía y que la letra de su móvil era árabe), descubre que éramos españoles(éramos los únicos turistas en ese sitio creo yo). El tío medio hablaba español, medio inglés, pero lo que le dice a Marcos al oído es lo siguiente: ¡Ey, chicos!, ¿entramos a chicas “toguether”?. Obviamente, el tío iba sólo y buscaba aliados. No le hicimos ni caso…  Lo que me puedo reír ahora nada más de recordad esa frase es poco…

Recuerdo que no volvimos más tarde de las 5.30, hora en la que empezaron a poner una música peor de la que venían poniendo, así que nos marchamos, descansamos un par de horas y a la mañana siguiente emprendemos nuestro camino a la última parada en nuestro camino, Bruselas.

  • Bruselas, 01/01/11
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Los motivos por los que volvimos por Bruselas son varios. En primer lugar porque yo, que soy de Melilla, me interesaba tomar un vuelo que salía desde un aeropuerto en las afueras de Bruselas, Charleroi hasta Nador, ciudad a unos 40km de Melilla en Marruecos. Así que ahorraría tiempo y dinero para volver a casa y poder estar unos días de tranquilidad tras este intenso viaje. Por otro lado, Bruselas es una ciudad bonita, no de las que más, pero lo que si pudimos sentir en las escasas 24h que estuvimos es de un gran ambiente juvenil, mucho movimiento de gente y gran afluencia de turismo. Habría que volver para conocerlo más a fondo pues no pudimos vivir la experiencia Belga lo suficiente.

En primer lugar, al llegar a la estación central de Bruselas no teníamos ni idea de dónde se DSC_0433 situaba el albergue, pues esto del viaje ha sido casi todo improvisado ya que los últimos días de diciembre anduvimos bastante liados con exámenes, trabajos, etc. Así que ni nos dignamos a imprimir un mísero mapa, pero lo mejor fue que al llegar al punto de información turística estaba cerrado (era domingo, día de mayor afluencia turística) y en el mapa que tenían en la puerta no había manera de encontrar nuestra calle, así que uimos a la comisaría de policía en donde nos dieron unas indicaciones que luego nos (dimos cuenta eran totalmente opuestas a nuestro destino. Gran cagada la de la policía (y la nuestra), al final la solución fue tomar un taxi cuyo conductor era de Tetuán, que nos condujo hasta nuestro destino. Al llegar al albergue en la recepción había una tía de más o menos nuestra edad,  cuyos síntomas de que las drogas de diseño aún seguían haciendo efecto en su metabolismo (era 1 de enero a las 16.00) a juzgar por sus parálisis mentales transitorias y las risas que se estaba pegando… En realidad tenía motivos, pues resultó que el albergue estaba a 10min a pie de la estación donde nos bajamos, y nosotros habíamos tardado 1 hora y media entre pitos y flautas.

Soltamos las cosas y salimos pitando a aprovechar lo que queda de luz. Al llegar a la grand-place quedamos un tanto impresionados por su belleza.DSC_0425 La verdad es que es lo más bonito sin duda de todo Bruselas, y además en ese momento había un gran árbol de navidad en el centro de la plaza con muchos adornos y un espectáculo de imagen y sonido sobre una de las fachadas principales de la plaza (Marcos dijo que se parecía al cortilandia..) Continuamos andando por las calles del centro hasta salir al grand-boulevar, en donde tomamos una pequeña calle llega de bares y restaurantes, en donde dimos con un garito de varias plantas en el que la única pega era que solo pinchaban hip-hop, pero por lo demás había un gran ambiente de gente joven.DSC_0364 La gran curiosidad es que, los de la mesa de al lado eran españoles que parecían residir en Bruselas, y que por la pinta que tenían bien parecían artistas de algún tipo. No es raro, pues en esta ciudad el 46% de los que la habitan tienen raíces extranjeras. Además, el empleo del francés hace que la población marroquí se sitúe como los principales inmigrantes que habitan el país como bien pudimos comprobar allá por donde fueramos.

Cuando no podíamos más, y después de unas cervezas de diversas marchas,  volvimos al albergue como templarios en donde cenamos unas albóndigas calentadas en el radiador de la habitación con una barra de pan que previamente habíamos comprado (estaba realmente asqueroso)  y terminábamos de hacer nuestras maletas para, muy a nuestro pesar, volver al día siguiente. 

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         Marcos marcharía bien temprano , y en cuanto a mi, mi vuelo saldría por la tarde, con lo cual tuve tiempo como para hacer una última visita a la ciudad, de la que no conocí nada nuevo pues no quise alejarme mucho de la zona, pero de lo que sí puedo recordar con gratitud es que encontré un museo de mercedes en el cual pude ver diversos modelos de coches de competición además de un simulador de conducción en el cual pase un buen rato… DSC_0378

Comentarios

  1. Ya lo he leido! Está muy bien (bien expresado, no parece que lo haya escrito uno de ciencias ;) ) Q asco la foto del bocadillo de albóndigas jaja Pero muy chulo y detallado, no lo dejes! Un besito!

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  2. Hola Noelia, me alegro que te haya gustado. No es normal que te extrañes, ¡los que no somos de letras también sabemos escribir!. Sobre las albóndigas no me siento orgulloso (a decir verdad, un poco si), pero si quieres hacer un viaje de este tipo con poco dinero tienes que recurrir a sacrificios como esos.

    Un beso!!
    Nacho.

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  3. En todo caso, siempre mejor una lata de fabada o una de callos que las albóndigas.
    Un abrazo y continúa con el blog.

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